15 de julio de 2007

24 (parte 2)

No, no pienso hablar de Jack Bauer (pese a que la primera temporada de la serie y lo poco que he visto después me encanten) sino de los 24 añazos recién cumplidos ayer.

No he estado muy contento estos últimos días, la verdad, por motivos varios y el hecho de cumplir 24 y no haber logrado varias de las cosas que me había prometido a mí mismo hacer este año tampoco ayudaba demasiado. Digamos que no sentía que tuviera nada que celebrar, y que en todo caso más bien debería esconderme debajo de una mesa que estar detrás de la misma recibiendo regalos.

Por suerte ayer vi la luz y recordé que por mucho que se celebre el nacimiento de uno mismo, lo importante no es tanto lo que haces, has hecho o quieres hacer sino la gente que está ahí para decirte que se alegran de haber podido compartir un año más sus vidas contigo. Gracias a todos por haberme hecho darme cuenta de esas obviedades que a veces se traga nuestro ego cuando se desborda.

También os agradezco que os hayáis acordado, porque aunque este año puedo decir que quizás es uno de los que mejores regalos me he llevado, eso es completamente irrelevante. Porque me ha vuelto a caer, puntual como cada año, el mejor de los regalos, y del que a veces nos olvidamos, quizá por malacostumbrarnos a él: tener a la gente que te aprecia cerca, ese cerca al que le es indiferente los kilómetros.

Muchas gracias a todos por vuestras felicitaciones...
¡Sois los mejores!

PD: Para los materialistas y/o cotillas, una lista de lo que me han regalado: un disco de los Tragically Hip, de parte de mi tío Miguel y mi aunt Jackie; una entrada a la Campus Party (¡Gracias Saúl!); Un libro sobre Alan Moore, un DVD de La Tumba de las Luciérnagas y un corcho con un dibujo a mano de Totoro de parte de Rafa y Alicia; una cámara de fotos digital, de parte de mi madre y de mi hermana, que no para de recordarme que "es de los dos", ¡como si no lo fuera todo lo que tengo!; una guía de conversación en japonés, un libro de cocina japonesa y dos pares de palillos... de parte de los jetas de mi hermana y Alejandro, que pretenden cenar exótico a mi costa. Y una tarta paquete-de-Donuts-con-velas-encima que hicieron los bandarras de Sergio, Nane y Jose Miguel. Pero los mejores regalos sin duda han sido las felicitaciones (en papel, SMS o plantadas con un besazo) que me han llegado.

PD2: El otro gran regalo, sin duda, ha sido poder veros de nuevo por fin, Jackie y Miguel. Espero que no pase tanto tiempo la próxima vez.

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