Y ahora, algo completamente diferente
Pero nada de ultraviolencia, mejor un poco de poesía.
Recuerdas cuando
en invierno
llegamos a la isla?
El mar hacia nosotros levantaba
una copa de frío.
En las paredes las enredaderas
susurraban dejando
caer hojas oscuras
a nuestro paso.
Tú eras también una pequeña hoja
que temblaba en mi pecho.
El viento de la vida allí te puso.
En un principio no te vi: no supe
que ibas andando conmigo,
hasta que tus raíces
horadaron mi pecho,
se unieron a los hilos de mi sangre,
hablaron por mi boca,
florecieron conmigo.
Así fue tu presencia inadvertida,
hoja o rama invisible
y se pobló de pronto
mi corazón de frutos y sonidos.
Habitaste la casa
que te esperaba oscura
y encendiste las lámparas entonces.
Fragmento de Epitalamio, de Pablo Neruda
Nada como algo bonito para animar esos grises días de libros interminables, apuntes perdidos cuando no incompletos y de irrealidad atosigada que nos acompañan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario